Junto con el diseño de una Política Nacional de CTI, es necesario adoptar un sistema competente de
generación de políticas, planes y programas que garantice además una buena
ejecución de los mismos. Este sistema debe incluir los instrumentos necesarios
para una evaluación oportuna y rigurosa tanto de los resultados como del
impacto de los programas y políticas que se implementen. Los métodos de
evaluación deben reconocer las diferencias entre las disciplinas de
investigación, respetando las demandas diferenciales de tiempo, recursos
económicos y humanos.
Sería útil reconocer los límites del Estado y de la gestión pública en la generación de políticas públicas. No habrá cogobierno con la comunidad científica. Habrá instancias de participación, de diálogo y de retroalimentación, pero finalmente en materia de gestión pública, los órganos de la Administración tienen imperio.
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